Únicamente se que todo va muriendo
como los cuerpos en la crueldad
y esas sombras que cuajan
entre la garganta y el pecho…
Se atraviesan en las oscuras calles
del olvido, raíces secas que en el ardor
prenden con la llama viva.
Esos poemas que a veces desnudos
recuperan una palabra, que devora
mis sentidos, como antiguas promesas
que inesperadamente llegan
a desbordar mi corazón dormido.
Me aplico a descubrirme entre las luces
porque el mundo no entra a templar mi alma.
como esas ondas de risas y quiebros,
todo se mueve inflamándose hasta reventar
por dentro, dejándolo oscuro, con tanta soledad
que no descubro un día sin haber llorado,
quedando mis ojos cubiertos de incendio.
Y entreabro una y otra vez el corazón
porque no se vivir en el encierro
y cuanto más entrego mas recojo inmortales
destellos que se clavan punzantes
entre los pistilos del estío.
Ya todo va deprisa, los tiempos son
carencias y me cubren en vida ahogándose
pálidas entre mis risas.
Que no daría yo en rasgar desde el suelo
hasta aquel infinito esas horas muertas
y volverlas florecientes y llorar, llorarte
en la onduladas líneas de la vida,
donde yo pudiera una y otra vez
prender la historias en miles de encuentros
transparentes como el día.
Pero esta todo tan asediado,
tan incesante e ininterrumpidamente
tan escrito, tan inmaculadamente trazado,
que yo en mi herejía, en mi propio tormento
inflijo gravemente sin mucha esperanza
el contemplar esta penitencia que me fue impuesta
por algún dios que en su voluntad quedo adherida
a todos los rincones de mi carne ahogándose
bajo el manto de los caprichos del destino.
Misk
0 comentarios:
Publicar un comentario